30/1/08

ÉS BARATA L'AIGUA ?


El incremento que sufrirá el agua en un plazo máximo de tres años será del 94%. Los consumidores están pagando una media de 0,67 céntimos/m3 y se subiría hasta 1,3/m3 lo que supone el porcentaje previsto. Ahora mismo es la Administración Central la que paga la diferencia entre el coste real y lo que desembolsa el usuario, por lo que se pretende penalizar el consumo a partir de 60 litros por persona y día.
Como ya se conocía anteriormente, una directiva europea obligará a equiparar el coste real del agua con el que actualmente pagan los consumidores. Este tema puesto de manifiesto el año pasado surge de nuevo a debate. El incremento que sufrirá el agua en un plazo máximo de tres años será del 94%. En concreto, el precio por metro cúbico quedará en 1,3 €, como recoge la Estrategia España de Desarrollo Sostenible.
Los consumidores están pagando una media de 0,67 céntimos, lo que se conoce como "valor unitario de abastecimiento de agua", según el Instituto Nacional de Estadística. http://www.ine.es/.
La diferencia hasta 1,3 euros (0,63 € de diferencia por metro cúbico) es lo que se traduce en el aumento del 94%.
Se dispone de 3 años para cumplir con el mandato europeo, pues la Directiva marco comunitaria sobre el agua obliga a que las tarifas domésticas se adecuen al valor real del bien, "a más tardar", en 2010. No obstante, no se descarta que la subida sea mucho más inmediata, pues desde el Ministerio de Medio Ambiente, se ha pedido adelantar el aumento de la factura antes de que se acabe el plazo obligatorio de la legislación europea con el fin de incentivar un comportamiento más responsable de todos los ciudadanos en relación con el uso del agua, ya que los actuales tramos de precios en función del consumo no están fomentando el uso eficiente que exige la OCDE. http://www.oecd.org/
El coste que actualmente se paga por este recurso no se corresponde con la situación de escasez hídrica y no favorece el uso sostenible del mismo, tal y como requiere la Directiva Marco Europea del agua (DMA). Asimismo, la DMA señala que los Estados miembros deberán garantizar para el año 2010 una política de precios del agua que proporcione incentivos adecuados para que el uso de los recursos hídricos sea lo más eficiente posible.
Pero no todo es imposición europea, ya que ahora mismo es la Administración Central la que paga la diferencia entre el coste real y lo que desembolsa el usuario, lo que se traduce en una importante pérdida de ingresos. Las subidas del precio del agua no quedarán solamente en el ámbito de los precios por mandato europeo ya que habrá que sumar las subidas anuales de las tasas que realizan los ayuntamientos que, con carácter general, se han incrementado en 2007 por encima de la inflación -que cerró el año pasado en el 3,9. Además, se pretende que la Ley de Aguas estatal penalice el consumo a partir de 60 litros por persona y día, cantidad que supone un tercio del gasto por habitante.
Los agricultores -que consumen aproximadamente el 70% del agua en España-, se llevarán la peor parte. El anuncio de que el coste de las obras hidráulicas futuras se cargará en las tarifas del agua que pagan los usuarios, tanto para consumo como para regadíos, ha provocado malestar entre el colectivo de regantes.
El informe “El uso del agua en la Economía Española. Situación y perspectivas”, pretende sentar las bases de un turismo sostenible y para ello apuesta por aplicar una "tarifa turística" al agua que implica el aumento del coste para los hoteles, apartamentos turísticos y viviendas de segunda residencia y así hacer del turismo una actividad respetuosa con el medio.
El consumo del agua en los hoteles "es tres veces más alto que en una residencia habitual". Pernoctar fuera de casa, según el informe, supone gastar 500 litros por habitante, frente a los 180 habituales.
En relación a los hoteles, Medio Ambiente cifra el gasto hídrico en 394 litros diarios, que en el caso de los establecimientos de cinco estrellas se eleva a 594. Con todo, el Ministerio está por la labor de que se extienda el empleo de las tarifas diferenciadas del agua, que en España únicamente se aplican en la localidad andaluza de El Ejido y en Palma de Mallorca.
El Ministerio hace también especial hincapié en el papel de las segundas residencias, cuya construcción se ha cuadriplicado en los últimos cinco años respecto a la demanda real. Estas viviendas, desequilibran el consumo de agua al aumentar la estacionalidad. Considera que esta característica dificulta la gestión de los recursos hídricos, disminuye la productividad y la calidad de la oferta.
El documento concluye que si no se aplica dicho recargo, el aumento del turismo y la estacionalidad provocará un incremento del precio que «tendrá que aguantar la población residente».
Sin embargo, el consumo turístico apenas representa el 23% del total del gasto de agua en la etapa estival de máxima afluencia de visitantes. Este porcentaje se reduce hasta el 6% en la temporada baja. De esta forma, el agua destinada a cubrir las necesidades del turismo fue de 372 hectómetros en 2006, que equivale al 11,8 por ciento del total.
Las previsiones del Ministerio apuntan a que el consumo de agua se incrementará entre 73 y 90 hectómetros cúbicos anuales hasta 2015. Este aumento no supera el 5 por ciento, por lo que puede ser asumido por el sector sin presiones.
El Ministerio ya ha anunciado en varias ocasiones su intención de aumentar el precio del agua, una propuesta que no ha concretado por su impopularidad.